Número de Expediente 2553/03

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Falco , Luis

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2553/03)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación,

DECLARA:

Que adhiere a la celebración de la Semana del Desarme (24 al 31 de
octubre de 2003) estipulada por la resolución S-10/2-1978 del período
extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas.

Luis A. Falcó.-

FUNDAMENTOS:

Señor presidente:

Bregar por el desarme mundial ha sido siempre la principal función de
la Organización de las Naciones Unidas desde el momento mismo de su
fundación. En tal sentido y con tal motivo su Asamblea General decidió
celebrar entre el 24 y el 31 de octubre de todos los años, la Semana
del Desarme.

Por medio de la resolución S-10/2 de 1978 el Cuerpo invitó a los
Estados Miembros a "difundir información sobre el peligro de la carrera
de armamentos, a dar a conocer la necesidad de que cesara la
proliferación y a fomentar un mayor entendimiento entre el público de
las tareas más urgentes del desarme".

Desde entonces las Naciones Unidas se encargan de articular de manera
coordinada, con especial énfasis en esta semana del año, acciones
tendientes a lograr tan importante objetivo y a generar conciencia en
pueblos y gobiernos sobre el particular.

Luego de la guerra entablada por los Estados Unidos y sus aliados
contra Irak y en un contexto de amenaza de proliferación de armamento
nuclear en regiones clave del planeta como la península de Corea y
Paquistán, es menester que los países que integran la Organización
redoblen sus esfuerzos para evitar conflictos y acordar políticas de
gradual desarme que redunden en una mejora de la seguridad global.

Pero instar al desarme no sólo significa apelar al cese de la
construcción de armas nucleares sino también al de armas químicas y al
tráfico ilegal de armas en general.

Los objetivos del desarme y de la no-proliferación, que implican la
desaparición de las armas de destrucción masiva, siempre han formado
parte de las prioridades de la agenda de la política exterior de los
gobiernos democráticos argentinos. En esta línea ha actuado la
Argentina intensamente también en la Conferencia de Revisión del
Tratado de No Proliferación y ha instado a la ratificación del Tratado
de Suspensión de Ensayos Nucleares, a la entrada en vigor de la
Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas. A esto se le
suma el interés permanente del país por la eliminación de minas en el
Hemisferio Occidental.

En lo que respecta a la opción nuclear, nuestro país señaló siempre de
forma clara ante la Asamblea General que ha sido la primera nación que,
habiendo dominado el ciclo de combustión nuclear, optó por el camino de
la autorrestricción a principios de los años noventa.

Señor presidente: el desafío de velar por la seguridad mundial debe
recaer en todos los gobiernos del planeta de manera solidaria. De sus
acciones responsables y de su capacidad diplomática para alcanzar
acuerdos de paz dependerá la suerte de la humanidad.

Al comenzar esta semana tan especial para la Organización de las
Naciones Unidas, ratificamos nuestra voluntad pacifista y el compromiso
del país por formar parte de un mundo donde la vida se imponga al
potencial destructivo que la propia irracionalidad humana supo crear.

Por estas razones pongo a consideración de los señores senadores este
proyecto solicitándoles su voto para su aprobación.

Luis A. Falcó.-