28 de marzo de 2024

EL VITRAL EN EL SENADO DE LA NACIÓN

Una mirada sobre este majestuoso recurso artístico y funcional, pensado por el arquitecto del Palacio del Congreso Nacional, Vittorio Meano.

Dentro del Senado nos encontramos con diferentes vitrales cuyos emplazamientos fueron incluidos por el arquitecto en el proyecto ganador para la construcción del Palacio del Congreso Nacional que se inauguró en 1906. En el contrato firmado el 29 de mayo de 1897 con la empresa constructora, Pablo Besana y Hno., en el Capítulo XIV, titulado Vidrios, se especificaba: "En los cielos rasos de la cámara y escaleras principales se colocarán vidrios pintados a fuego, según los dibujos que entregará el Arquitecto [Víctor Meano]. En esta clase se incluirán también los llamados vitraux, que se deberán hacer a perfecta regla de arte". Meano falleció el 1 de junio de 1904 cuando el edificio estaba en construcción y los vitrales aún no se habían realizado. Por el momento se desconoce si el arquitecto llegó a confeccionar dibujos para las vidrieras. La Inspección General de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas de la Nación continuó la obra, respetando en parte el programa original.

Entre los diversos vitrales que ornamentan el Senado se pueden distinguir dos etapas 

La primera se distingue por los vitrales que fueron pensados para la construcción inaugural y se pueden observar en los espacios ceremoniales, como por ejemplo el Salón Eva Perón, el Salón de las Provincias, el Recinto de Senadores, Atrio y Salón Azul. Los mismos contemplan, por sobre todo, la entrada de luz cenital y se disponen, en su mayoría, de forma horizontal.

Como segunda etapa se pueden considerar los presentes en las galerías, del primer, segundo y tercer piso, que originalmente estaban abiertas hasta que se cerraron con los vitrales entre los años 1933 y 1941. Por otro lado, destaca el caso del vitral ubicado actualmente en el Salón de las Provincias. El mismo reemplaza al original que se perdió, presumiblemente, por consecuencia de un incendio ocurrido en el año 1974. Todavía no contamos con la fecha exacta en que se reemplazó el vitral, pero en base a la investigación realizada hasta el momento, se estima que puede haber sido entre los años 1974 y 1985. 

La técnica artística y estructuras presentes en el Palacio

Al referirnos a los vitrales, llamamos "lucernario" a todo aquel ubicado en forma horizontal, colocado sobre una estructura portante (las presentes en el Palacio son de hierro), permitiendo la entrada de luz en forma vertical. Este recurso fue el utilizado para la resolución de la entrada de luz natural en todos los salones importantes. La mayoría de estos salones no lindan con el perímetro del edificio y por ende no cuentan con otra posibilidad de entrada de luz natural más que por los techos. Todos ellos cuentan o contaron con una cámara entre éste y la claraboya de protección, estructura vidriada que permite preservar la integridad formal y la impermeabilidad.

Tanto los lucernarios como los vitrales verticales, como lo son los presentes en los cerramientos de las galerías, exhiben la técnica de vitral tradicional, es decir vidrios emplomados (teselas o piezas de vidrio encastradas en varillas de plomo). En cuanto a las ventanas termales en el Salón Azul, el vitral se compone en base a una estructura principal y ornamental que es de hierro.

En el caso del Palacio, las capas pictóricas en los vitrales, fueron realizadas con grisallas y esmaltes. Estos son pinturas fundibles que necesitan ser horneadas para poder adherirse a la superficie del vidrio. La pintura consiste en una secuencia de pasos que requiere que, luego de cada uno de ellos, la pieza ingrese al horno a una temperatura de 580°. El proceso pictórico inicia con el delineado o perfilado que es la línea de dibujo (grisalla marrón mezclada con aceite) en el anverso del vidrio. Luego siguen las cubiertas con las que se generan los semitonos (grisalla mezclada con agua). Finalmente, en el reverso del vidrio se hace la aplicación de esmaltes mezclados con aceite, agregándole en este paso el color.

Conservación 

Desde el Departamento de Conservación y Restauración contemplamos el patrimonio desde diversos ángulos, lo que permite un abordaje integral. Con el Plan de Monitoreo y Conservación Preventiva, implementamos una revisación periódica, evaluación y análisis de estado, mediante la elaboración de planillas e informes. En el estudio de dichos documentos evaluamos el estado general de los vitrales teniendo en cuenta el distinto grado de fragilidad que presenten. De esta manera se puede controlar la evolución de intervenciones anteriores, hacer una detección temprana de agentes de deterioro y proyectar restauraciones.

Otras tareas consisten en la limpieza, reparaciones menores, asistencia ante imprevistos y la estabilización estructural, que se pueden realizar in situ. El ingreso a las cámaras, generado entre los vitrales y las cubiertas vidriadas de protección, nos permite el acceso al vitral para su cuidado y mantenimiento, o de ser necesario poder retirar los paños a intervenir que serán abordados en el taller. Por otro lado, la revisión periódica del sellado de las estructuras es primordial para la prevención ante agentes externos.

Por último, todos los trabajos se complementan con la documentación escrita y fotográfica, donde se deja registro de las tareas realizadas y se deja constancia en informes. Estos últimos, también se apoyan en la investigación histórico-artística que resulta de nuestro análisis de fuentes escritas, documentos y fotografías.