Número de Expediente 2990/03

Listado de Autores
Mayans , José Miguel Ángel
Capitanich , Jorge Milton

En proceso de carga

Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2990/03)

PROYECTO DE COMUNICACIÓN

El Senado de la Nación¿

Vería con agrado, que el Poder Ejecutivo Nacional, a
través del Ministerio de Economía y Producción, por intermedio de la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, destine fondos
para el programa de desarrollo del cultivo del algodón en nuestro País.
Que dentro de ese programa se afecten los fondos necesarios para el
control del picudo del algodón, plaga que afecta gran parte de la
región algodonera. Que se fortalezcan los convenios internacionales
bilaterales con el vecino País del Paraguay en el control y
erradicación de la misma. Que se otorgue una ayuda especial a los
pequeños productores de la Provincia de Formosa, que siembran diez (10)
o menos hectáreas, que por resolución del SENASA, están obligados a
vender en origen, y generalmente reciben precios inferiores a los del
mercado.

José M. Mayans.- Jorge M. Capitanich.-

















FUNDAMENTOS:

Señor Presidente:

El cultivo del algodón, es un cultivo social por excelencia, sobre todo
en el sector de los pequeños productores, donde trabajan familias
completas y como consecuencia produce el arraigo y ocupación plena en
las zonas rurales, evitando la emigración a los grandes centros
poblados con los problemas ya conocidos.

En los últimos años se vio afectado por una baja en los precios
internacionales y nacionales lo que provocó una disminución drástica de
la superficie sembrada en nuestro país. Se llegó a sembrar más del
millón de hectáreas, para caer en la última campaña a ciento cuarenta
mil hectáreas.

Hoy la intención de siembra, según estimaciones de la SAGPyA, y
promoción mediante, estaría por las trescientas mil hectáreas para la
campaña 2003/2004. Con precios sostenidos y buenas expectativas.

La baja en los precios, y el picudo del algodón hicieron estragos en
los pequeños productores. La plaga deteriora calidad y rendimientos, y
aunque se realicen los controles adecuados, por estar en zona roja
declarada por el SENASA, el productor formoseño está obligado a vender
su producción a la desmotadora de la zona, que generalmente les paga
precios inferiores a los del mercado. Además el productor está obligado
a destruir el rastrojo en tiempo y forma de lo contrario es castigado
con severas multas, aumentando así, el desaliento y desaparición de los
mismos.

Existe un convenio bilateral con la República del Paraguay de control
fronterizo de la plaga, que últimamente por razones financieras del
SENASA, no se estaba cumpliendo, con el alto riesgo de que la plaga
llegue hasta el norte de Santa Fe.

El pequeño productor está indefenso ante estos factores externos, y más
allá de las políticas provinciales que concurren en su auxilio, hace
falta articular una política Nacional que contemple toda la cadena de
producción y comercialización, porque hay una demanda positiva tanto
Nacional como Internacional que hace que este producto sea rentable y
aconsejable a seguir produciendo. Si hablamos de exportaciones y de
economías regionales, sabemos los beneficios que significan para el
país, por lo tanto sobran las explicaciones.

Por todos los motivos mencionados, espero que mis pares me acompañen
con la firma de este proyecto.

José M. Mayans.- Jorge M. Capitanich.-