Número de Expediente 3412/03

Origen Tipo Extracto
3412/03 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LA CELEBRACION DEL DIA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS DERECHOS DE LA MUJER Y LA PAZ INTERNACIONAL .
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
16-02-2004 24-02-2004 206/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
18-02-2004 03-03-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE POBLACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
ORDEN DE GIRO: 1
18-02-2004 03-03-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 19-04-2004

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 18-03-2004
SANCION: APROBO
COMENTARIO:
NOTA:SE AP. UN PD. CONJ. S. 3416,3485,3496,3522,3530/03
OBSERVACIONES
CONJ. CON S. 3416, 3485, 3496,3522 Y 3530/03

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
1/04 09-03-2004 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-3412/03)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA:

1°) Su adhesión a la celebración mundial del Día de las Naciones
Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional,
instituído el 8 de marzo de cada año por la Asamblea General de
Naciones Unidas con el objeto de promover la toma de conciencia de la
situación femenina y sus luchas por vivir en un mundo con menos
violencia, menos discriminación y mayor igualdad en la distribución de
las oportunidades.

2°) Su homenaje a la mujer argentina, reconociendo sus múltiples
contribuciones en el engrandecimiento de nuestra sociedad destacando la
importancia de la participación de la mujer en todos los ámbitos de la
vida social, económica, cultural, artística y política de nuestra
nación.

Mabel L. Caparrós.-












FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El Día Internacional de la Mujer es cada vez
más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir
cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que
han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los
derechos de la mujer.

El 8 de marzo, es una fecha que celebran la
inmensa mayoría de las naciones del mundo como Día Internacional de la
Mujer y cuando las mujeres de todos los continentes, -a menudo
separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas,
económicas, culturales y políticas-, se unen para celebrar su Día
pueden contemplar una tradición de más de 90 años de lucha en pro de la
igualdad, la paz, el desarrollo y la justicia. Es un día que les
pertenece tanto a las mujeres corrientes como a las que fueron
artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de
la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el
hombre.

El Día Internacional de la Mujer se celebra
desde hace más de nueve décadas. Mujeres y hombres que trabajan por las
causas de las mujeres, conmemoran en todo el mundo los esfuerzos que
éstas han realizado por alcanzar la igualdad, la justicia, la paz y el
desarrollo. Más allá de fronteras nacionales y diferencias étnicas,
lingüísticas, culturales, económicas y políticas, las mujeres de los
cinco continentes organizan diversos eventos para festejar este día y
refrendar la conciencia de que no sólo la mitad de las obligaciones,
sino también de los derechos, les corresponden.

Durante todo el siglo XX las mujeres lucharon
tanto por sus derechos laborales, contra la explotación industrial
femenina, por los derechos civiles, en particular el derecho al voto, y
aún luchan por sus derechos humanos, en tanto la igualdad con los
hombres en diferentes planos socio-laborales y la lucha contra la
no-violencia. Y si bien ha habido un avance en la consolidación de los
derechos de la mujer en el mundo, a principios del siglo XXI todavía no
puede decirse que las mujeres ocupen una posición igualitaria frente a
los hombres.
El Día Internacional de la Mujer fue propuesto
en 1910 por la alemana Clara Zetkin, integrante del Sindicato
Internacional de Obreras de la Confección, durante el Congreso
Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca. La fecha
se eligió para honrar la memoria y el testimonio de la lucha de un
grupo de mujeres que, con gran entereza ocuparon en 1857, la fábrica
textil donde trabajaban en la ciudad de Nueva York, para exigir
igualdad de salarios, descanso dominical y una jornada de 10 horas de
trabajo. La respuesta de los dueños a esta reclamación fue provocar el
fuego en la planta ocupada en donde murieron las 129 obreras.

La principal motivación de las mujeres europeas
al presentar esta propuesta para la celebración de este día, fue la
creciente e intensa participación femenina en el mercado de trabajo de
países como Gran Bretaña, Alemania, Francia, Bélgica y en las regiones
desarrolladas de Rusia. Estos años fueron de auge y dinamismo para las
luchas obreras y de las mujeres por obtener el voto, sin embargo, ya
existían diversos antecedentes de movilizaciones que favorecían la
propuesta.

Con el transcurso de los años hacia el final de
la Primera Guerra Mundial y, sobre todo, a partir de 1921, otros países
de Europa, América, Asia, Africa y Oceanía se fueron sumando a la
celebración de este día como un símbolo de la aspiración y el trabajo
de miles de mujeres por crear un mundo más justo, donde se respeten sus
derechos y se reconozca su igualdad.

La Organización de las Naciones Unidas, como un
importante foro y espacio multinacional, favoreció la adhesión de
muchos otros países a la celebración de este día. Durante la Asamblea
General de 1977, se invitó a todos los países miembros a reconocer y
conmemorar las múltiples contribuciones de las mujeres a sus sociedades
y a promover la toma de conciencia de la situación femenina y sus
luchas por vivir en un mundo con menos violencia, menos discriminación
y mayor igualdad en la distribución de las oportunidades.

A través de su resolución 32/142, se convocó a
todos los países a que proclamaran, de acuerdo con sus tradiciones
históricas y costumbres nacionales, un día del año como Día de las
Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. A
partir de entonces, las Naciones Unidas han emprendido iniciativas para
mejorar la condición de las mujeres, logrando la existencia de un marco
jurídico internacional que -al menos en teoría- promueve y garantiza la
igualdad.

Los esfuerzos de la Organización para que las
mujeres logren la igualdad, no se han escatimado; se revisa
constantemente el marco jurídico y se promueve a través de diferentes
acciones y programas, tanto la toma de conciencia pública desde los
niveles más altos donde se originan las políticas, como el cambio de
actitudes y tradiciones sexistas a nivel popular.

Las Naciones Unidas, a través de áreas creadas
exprofeso para promover el tema sobre la condición de la mujer y la
igualdad entre mujeres y hombres, ha organizado eventos internacionales
para la discusión de propuestas sobre derechos humanos, medio ambiente,
infancia, desarrollo social, población y salud. Por mencionar algunas:
la Cumbre Mundial sobre el Medio Ambiente, celebrada en Río de Janeiro,
Brasil, en 1992; la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, que se
llevó a cabo en Viena, Austria, en 1993; la Conferencia Internacional
sobre Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo, Egipto, en 1994; y
la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, llevada a cabo en 1995 en
China.

Hoy las mujeres toman una fuerte conciencia de
su dignidad y de su vocación, de sus derechos y responsabilidades.
Valorándolas en la grandeza de su dignidad, el mundo civilizado lamenta
y denuncia las expresiones culturales que atentan contra esa dignidad
como por ejemplo el machismo, la explotación de las niñas y mujeres en
la prostitución, el menosprecio a su maternidad que las discrimina en
el campo del trabajo, las diferencias injustas en la participación en
beneficios de salarios o prestaciones, el imponerles injustamente por
la fuerza relaciones sexuales, el dejarla sola con en decisiones
importantes de la vida como la educación de los hijos o la falta de
reconocimiento al valor de su trabajo doméstico.

La mujer y el hombre, integran un proyecto
preciso en donde queda claro el principio de la ayuda no unilateral,
sino recíproca entre ambos: la mujer es el complemento del hombre, como
el hombre es el complemento de la mujer: mujer y hombre son entre sí
complementarios. La femineidad realiza lo "humano" tanto como la
masculinidad, pero con una modulación diversa y complementaria. En este
contexto, "ayuda" no se refiere solamente al ámbito del obrar, sino
también, y sobre todo, al del ser. Femineidad y masculinidad son entre
sí complementarias no sólo desde el punto de vista físico y psíquico,
sino ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo "masculino" y de lo
"femenino" lo "humano" se realiza plenamente, es posible el amor y la
vida y un desarrollo con rostro humano. A ambos les entrega Dios la
historia y la creación, como tarea común, no para competir sino para
compartir los dones propios de cada uno, en recíproca
complementariedad, cuidando de la creación y trabajando juntos por una
vida más acorde a su igual dignidad de personas.

Ante estas situaciones comunes a las mujeres de
todo el mundo, debemos trabajar denodadamente hasta que se logre la
tan ansiada igualdad de géneros más allá de las palabras, alentándolas
en su lucha por conseguir la superación de las dificultades que
encuentran en su camino y a participar más en todos los campos del
saber y de las actividades humanas. Ha de ser empeño de todos, mujeres
y hombres, evitar el tener más en cuenta a la mujer por su aspecto
físico que por su competencia, profesionalidad, capacidad intelectual,
riqueza de su sensibilidad y en definitiva por la dignidad misma de su
ser.

Con ocasión del Día Internacional de la Mujer,
saludamos a la mujer argentina hija, hermana, esposa y madre,
agradeciéndole su valiosa presencia y aportación femenina a nuestra
Nación, tanto ayer como hoy. El Concilio Vaticano II, en su mensaje a
todas las mujeres les dice: "Pero llega la hora, ha llegado la hora en
que la vocación de la mujer llega a su plenitud, la hora en que la
mujer ha adquirido en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás
tenido hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce
una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del
Evangelio pueden ayudar tanto a la humanidad a que no decaiga."

Por los motivos expuestos, solicito de mis
pares la aprobación del presente Proyecto de Declaración.

Mabel L. Caparrós.-