Número de Expediente 2637/03

Origen Tipo Extracto
2637/03 Senado De La Nación Proyecto De Declaración CAPARROS : PROYECTO DE DECLARACION ADHIRIENDO A LOS ACTOS CONMEMORATIVOS DEL DIA INTERNACIONAL DE LA TOLERANCIA INSTITUIDO POR LA NACIONES UNIDAS .-
Listado de Autores
Caparrós , Mabel Luisa

Fechas en Dir. Mesa de Entradas

MESA DE ENTRADAS DADO CUENTA Nº DE D.A.E.
27-10-2003 29-10-2003 154/2003 Tipo: NORMAL

Fecha de Ingreso a Dir. Gral. de Comisiones

DIR. GRAL. de COMISIONES INGRESO DEL DICTAMEN A LA MESA DE ENTRADAS
28-10-2003 10-03-2004

Giros del Expediente a Comisiones

COMISIÓN FECHA DE INGRESO FECHA DE EGRESO
DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
ORDEN DE GIRO: 1
28-10-2003 10-03-2004

ENVIADO AL ARCHIVO : 19-04-2004

Resoluciones

SENADO
FECHA DE SANCION: 18-03-2004
SANCION: APROBO
COMENTARIO: SOBRE TABLAS
NOTA:SE AP. UN PD. CONJ.S. 2554,2573,2905,2931/03. C/DICT

Órdenes del Día

NÚMERO DE FECHA ESTADO ANEXO
3/04 16-03-2004 APROBADA Sin Anexo
En proceso de carga
Senado de la Nación
Secretaría Parlamentaria
Dirección Publicaciones

(S-2637/03)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación

DECLARA:

Su adhesión a los actos conmemorativos del Día Internacional de la
Tolerancia, instituído por la Asamblea General de Naciones Unidas el 16
de noviembre de cada año, con el objeto de generar una conciencia
pública comprometida con una tolerancia activa que les permita a los
seres humanos respetar y aceptar sus diferencias en pos de un clima de
entendimiento y convivencia a nivel mundial.

Mabel L. Caparrós.-
























FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

El desarrollo de la tolerancia y la confianza en las diversas
comunidades no se logra por generación espontánea ni la aceptación del
otro y de su diversidad radica en los resortes del alma; por el
contrario, es algo que requiere tiempo y esfuerzos. Establecer la
tolerancia supone el acceso a la educación pues en términos generales
puede decirse que la intolerancia suele tener sus raíces en la
ignorancia y el temor. Temor a lo desconocido, al "otro", a otras
culturas, religiones y naciones. La intolerancia está también
estrechamente ligada a un sentimiento exacerbado de autoestima y
orgullo, nociones enseñadas y aprendidas a edad temprana.

Cronológicamente podemos encontrar la génesis de esta observancia
mundial en el día 12 de diciembre de 1996, fecha en la cual la Asamblea
General invitó a los Estados Miembros a que todos los años, el 16 de
noviembre observaran el Día Internacional para la Tolerancia, con
actividades dirigidas tanto a los establecimientos educacionales como
al público en general (resolución 51/95). Esta acción se realizó
después de finalizado el Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia,
1995, proclamado por la Asamblea el 20 de diciembre de 1993 (resolución
48/126), por iniciativa de la Conferencia General de la UNESCO. El 16
de noviembre de 1995, los Estados miembros de la UNESCO habían aprobado
la Declaración de Principios sobre la Tolerancia y el Plan de Acción de
seguimiento para el Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia.

Ese mismo año en su mensaje anual, el Secretario General de Naciones
Unidas, señor Koffi Annan, expuso estas ideas directrices de la
comunidad internacional con claridad meridiana, al decir que "La
tolerancia activa, que disipa resentimientos y forja armonía duradera,
exige un cambio en el corazón y en el cerebro; requiere esfuerzos para
comprender verdaderamente las razones de nuestras diferencias; y esos
esfuerzos pueden disminuir las sospechas entre las gentes y curar
antiguas heridas". Por ello las naciones civilizadas del mundo, en el
Día Internacional de la Tolerancia, debemos comprometernos con una
tolerancia activa que les permita a los seres humanos aceptarse,
respetarse y vivir en paz los unos con los otros.

Por esta iniciativa y en su transcurso, se realizó una campaña mundial
en favor de la tolerancia y la no-violencia. El Día Internacional de la
Tolerancia tuvo su origen en el impulso de ese Año y el presente
proyecto se inscribe dentro del espíritu de las resoluciones de la
Asamblea General que instan a promover la tolerancia en cada país y en
el mundo, comprometiendo a las naciones de la comunidad internacional
con una tolerancia activa que les permita a los seres humanos
aceptarse, respetarse y vivir en paz los unos con los otros.

Al respecto, es criterio general de los cuerpos especializados de los
diversos organismos internacionales, que en los próximos años deberá
hacerse más hincapié en educar a los niños acerca de la tolerancia, los
derechos humanos y las libertades fundamentales. Pero no debemos
olvidar que la educación no termina en el aula, y que los adultos -en
primer lugar como personas capaces de cometer actos de intolerancia,
pero sobre todo en su calidad de padres, legisladores y encargados de
la aplicación de la ley- también han de estar entre los principales
destinatarios de los esfuerzos educativos que han de implementarse.

La UNESCO y UNICEF han emitido varias recomendaciones al respecto, en
el sentido de que un "Día Internacional de la Tolerancia" puede ser una
ocasión anual de la educación para la tolerancia así como de reflexión
y debates sociales y políticos de mayor alcance sobre los problemas de
intolerancia locales y mundiales. Asimismo puede ser una inmejorable
oportunidad de hacer un balance de los logros del año y de proponer
nuevas políticas para colmar las lagunas subsistentes.

A nivel internacional, habiendo ingresado a un nuevo milenio y a pesar
de todo lo que se afirma en cuanto al progreso en la comprensión
universal, sigue existiendo entre las naciones del mundo la peor y más
bárbara intolerancia, que alimenta el odio y hasta el derramamiento de
sangre entre las comunidades.

Es muy familiar para todos nosotros la cara de la intolerancia con el
nombre que se le dé y en sus distintas facetas: miedo, ignorancia,
cólera o manifestaciones torpes de prepotencia. Sin embargo, el
significado de la "tolerancia" es muy oscuro para cualquiera, hasta el
punto de que muchos miran la palabra misma con sospecha y afirman que
implica un mensaje de condescendencia, indulgencia a regañadientes o
franca indiferencia ante las creencias, tradiciones y sentimientos de
los demás.

Las Naciones Unidas le confieren al término un sentido más positivo.
Bajo la égida de la Organización se han aprobado tratados e
instrumentos legales para combatir la discriminación en todos los
frentes, proteger la dignidad humana y promover el derecho de cada
persona a creer, comportarse, hablar o presentarse en la forma que
desee hacerlo. El año pasado en Sudáfrica, las Naciones Unidas
celebraron una conferencia mundial contra el racismo, la discriminación
racial, la xenofobia y demás formas de intolerancia. Al mismo tiempo,
la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura) sigue realizando múltiples programas orientados
hacia el conocimiento, la educación y el intercambio cultural.

Si bien el problema de la intolerancia es mundial, en cuanto está
aumentando en muchas partes del mundo, las manifestaciones de
intolerancia generalmente adoptan formas locales o nacionales. Así,
para ser eficaces, las normas mundiales contra la intolerancia tienen
que combinarse con medidas locales, nacionales e individuales. Por ello
será necesario estimular el pensamiento creativo en municipios y
parlamentos, colegios, escuelas y universidades, clubes y asociaciones,
lugares de trabajo, organizaciones no gubernamentales y medios de
comunicación de cada región, con miras a lograr la comprensión integral
del fenómeno social de la tolerancia, de profunda raigambre
educacional. Hacer un mundo libre de intolerancia es una tarea de
todos los días, y requiere del esfuerzo mancomunado de todas las
células que conforman el tejido social.

Por las razones expuestas, solicito de mis pares la aprobación del
presente Proyecto de Declaración.

Mabel L. Caparrós.-